Más de diez horas diarias de estudio durante todas las vacaciones de verano del año pasado ha necesitado este joven chino para batir el récord que desde 1995 estaba en manos de un japonés, quien había sido capaz de recitar 42.195 decimales del mítico número.
Vamos! que el chico no se aburrió en verano :P... después dice que va a escribir un libro sobre la experiencia... no se porqué, pero no creo que sea un best-seller.
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